La Novela de mi Vida

Cuando pensé haber encontrado el amor de mi vida y de poder vivir el cuento anhelado de hadas todo se volvió patas para arriba y las tormentas del desamor se volvieron un torbellino. La persona que creía que era mi príncipe azul se había convertido en el sapo del cuento, las personas que más amaba las había perdido y las personas que creía que eran mis amistades me dieron la espalda. Y yo solo me preguntaba una cosa “Desde cuando mi vida se puso mas buena que una novela?” La vida siempre da vueltas unas veces esas vueltas son muy buenas otras no tanto. La vida es como la rueda de la fortuna no sabe uno si le va a tocar una vuelta afortunada o si le va a tocar una vuelta mala. Todo depende en como cada quien toma esas vueltas si las toma como algo que no quieren y les arruina la vida o si las toman como una experiencia mala pero que pronto se acabara.

Todo empezó en una tarde cuando me di cuenta que la persona que yo creía que me amaba me hacia una confesión. Ese día me di cuenta que entre esa persona y yo no podía seguir habiendo una relación puesto que mis valores e ideales se había desvanecido. La admiración y el respeto se habían esfumado y yo me quedaba sola, solo con una decisión a tomar y si seguía a su lado sabía que no iba a ser capaz de olvidar y que no iba a poder ser feliz el resto de mi vida. Esa tarde empaque mis cosas las metí en una maleta y desaparecí. En la maleta solo puso lo esencial y lo que más necesitaba. Maneje por horas y horas sin tener una dirección fija. Después de largas horas de manejo decidí parar y tomar un descanso. No me había dado cuenta cuanto había manejado así que no tenia ni la menor idea donde estaba parada. Salí del carro puse un poco de gasolina, y me dirigí hacia la estación donde compraría un poco de agua y una que otra fruta. El calor estaba muy intenso y necesitaba hidratarme. Una vez saliendo de la pequeña tienda me dirigí hacia el carro y procedí a salir de la estación. Al manejar por las calles del pueblo me di cuenta que tenia aproximadamente 16 horas manejando y necesitaba tomar un descanso. El pueblo se miraba tranquilo así que decidí descansar ahí. Busque un hotel en donde acomodarme. Nada extravagante ni caro, algo sencillo donde pudiese pasar la noche y descansar. El hotel se miraba más o menos con una piscina y unos cuartos muy pequeños pero era lo justo que necesitaba para descansar.